Mis pinturas son mi voz. Las pinceladas son como silentes palabras. Cada color, sus variaciones y degradaciones tienen su origen en el complejo espectro de sentimientos, ideas, sensaciones e historias que yo espero tendrán resonancia en la imaginación y en el alma del espectador.

 

Yo escojo expresar preguntas, motivos y creencias a través de la pintura figurativa, por que para mi la considero ser la mas concreta, clara e impresionable forma de expresión artística. La mayor parte de los temas que yo retrato son decisivamente desnudos y esto es por que yo creo que el cuerpo desnudo, sin la protección de ropajes es la mejor manera de revelar las verdades profundas que habitan en el interior del alma humana.

 

La mayoría de mis trabajos exploran un terreno que va desde el dogma religioso tradicional y prejuicios en un extremo y la instintiva y emocional naturaleza de la sexualidad humana en el otro. Aunque estos dos temas son tradicionalmente contrastantes como si fueran polos opuestos. Yo aspiro a desmitificar los prejuicios y preconcepciones que las dividen y en cambio buscar un puente que las enlace a través de una interpretación  contemporánea que sea racional, pensada y honesta, así también como espiritual y sacra; esta interpretación no tiene nunca la intención de ser controversial u ofensiva sino preferiblemente conciliatoria y reveladora.

 

El uso de la luz es también un factor muy importante en mis trabajos, así también como la expresión de altos contrastes de luz y sombras ambos indispensables cuando se trata de combinar el drama y la complejidad de los seres humanos. La proximidad y calidad de una fuente de luz sobre el sujeto tiene la intención de “iluminar” la vida interior de esos sujetos así como también una forma de expresar la presencia de una fuerza de la naturaleza que ilumina y cura.

 

 

Miguel Tió

 

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