Republica Dominicana, Miercoles 17 de Agosto, 1988

Listin Diario
"Apocalipsis" o las posibilidades de Miguel
Sánchez Tió
Por Marianne de Tolentino

 

Cuando un artista joven se presenta por primera vez, la aproximación varía. Uno es sumamente tímido, otro es sumamente agresivo, el tercero es a la vez seguro y respetuoso. El dialogo, en el ultimo caso se entabla fácilmente. Así conocimos a Miguel Sánchez Tió, y , de inmediato, nos agrado su actitud que hacia presagiar la seriedad del trabajo artístico. El estaba en vísperas de exponer. Le aconsejamos introducir su propio catalogo. Carecemos de textos de artistas. Tampoco son frecuentes los creadores que, en Santo Domingo, explican su obra y enuncian sus conceptos rectores. Por lo tanto, sobretodo si se trata de un joven, cuando comprobamos ideas claras y un verbo fácil, le alentamos a expresarse.

 

 Así lo hizo Miguel Sánchez Tió, ha escrito para su cuarta muestra individual una presentación muy interesante, que desarrolla sus convicciones, desde filosofía y sus creencias hasta su propósito con la pintura. Un párrafo nos ilustra especialmente al respecto: “La humanidad, la represento con desnudos, la desnudez física quiere hacer alusión a la desnudez de los sentimientos del hombre, de su espíritu. La luz sigue siendo un factor muy determinante, forjadora de volúmenes, tonos, matices y contrastes, logrando en los cuerpos, los músculos, expresiones y movimientos. (…) las figuras están revestidas de gamas de azules, reflejando espiritualidad, misterio, inmaterialidad, introversión, inmortalidad, verdad y terror”. No queremos prolongar la cita, pero luego el pintor explica el porque de los violetas y de los rojizos.

 

 La explicación es absolutamente plausible. Además, desde que, en la galería Arawak, el visitante recorre la secuencia de cuadros, percibe las intenciones del expositor y el simbolismo que se aloja en los lienzos: Astros, flores del sol, muros ruinas, muecas tensiones corporales, cromatismo. No hay en esa iconografía un signo que no este reforzado con una connotación simbólica. Miguel Sánchez Tió busca en el espectador una toma de consciencia. A través de los “gritos corporales” de sus protagonistas lanza advertencias, o, acercando un rostro juvenil a una flor, enseña el camino de la esperanza reencontrada. El mensaje, los mensajes son omnipresentes: el pintor sabe lo que quiere comunicar y lo consigue, en el aspecto ideológico.

 

  Otra virtud de Miguel Sánchez Tió reside en su dominio de la anatomía, y en los elementos académicos en general. Aparte de sus desnudos exactos, aplica el color discretamente, distribuye la luminosidad y la sombra con buena técnica. Esos conocimientos no se acentúan a menudo entre los de su generación. El llega hasta el punto de buscar las dificultades y poses que, una vez fijada en la tela, convierten la forma en una malformación. El plasma con evidencia goce, las manos, los pies los escorzos, que muchos eluden! O sea que el expositor de Arawak posee las herramientas de un buen pintor.

 

  Sin embargo Miguel Sánchez Tió debe “repensar” su pintura. No bastan los propósitos metafísicos y su instrumentación mediante el arte.

  Su gama de colores ha de ser revisada. Las actitudes de sus figuras también ameritan consideración, siendo las mejores las más simples. No obstante las intenciones, retratos y flores caen en el “Kitsch” y la banalidad. La inserción de astros irradiantes, pese a su significación, rompe plásticamente la fuerza de la composición. No queremos seguir enumerando lo que nosotros consideramos valores equivocados, desde el punto de vista de la modernidad y la estética, ya que, en nuestra opinión, ese joven artista, sincero y talentoso, puede enmendar esos desaciertos. Obviamente, desea ser algo más que un hábil técnico y transmisor de imágenes susceptibles de recordar la cromolitografía.

 

  Hoy en día, el realismo, siempre valido y vigente, ha conservado no solamente sus exigencias estéticas, heredadas de los cánones clásicos, sino que se acompaña de una vertiente insólita, chocante, estremecedora. No ha perdido su validez la afirmación de Charles Baudelaire: “Lo bello es siempre extraño”.

 

  Creemos que Miguel Sánchez Tió tiene muchas posibilidades de superación…Y la de llegar a ser un destacado representante del realismo actual en la pintura Dominicana. Esperamos su próxima muestra después de “Apocalipsis”